El presidente Daniel Noboa lideró este martes 12 de agosto de 2025 su primera marcha oficial desde que asumió el poder, una movilización convocada por el oficialismo en Quito para protestar contra la Corte Constitucional. Aunque el Ejecutivo la presentó como una “iniciativa ciudadana”, la marcha fue marcada por una intensa logística estatal, con miles de personas trasladadas en al menos 733 autobuses, muchos de ellos servidores públicos que recibieron víveres, banderas y consignas.
La movilización partió desde la avenida 10 de Agosto, frente a la Caja del Seguro Social, y culminó en la sede de la Corte Constitucional, tras un recorrido de apenas 15 minutos. Noboa, acompañado de altas autoridades como la vicepresidenta María José Pinto, los ministros John Reimberg (Interior) y Gian Carlo Loffredo (Defensa), y Michelle Sensi-Contugi (CNI), encabezó la marcha vestido de negro, en contraste con la multitud que portaba camisetas amarillas, en alusión a la bandera nacional.
En un breve discurso de poco más de dos minutos, Noboa criticó a los nueve magistrados del alto tribunal: “No voy a permitir que el cambio se quede estancado por nueve personas que ni siquiera dan la cara, que buscan esconder sus nombres y sus caras ante la sociedad”. El mensaje fue acompañado por la exhibición de vallas gigantes con las fotos de los jueces, una acción que generó controversia y fue calificada por la ONU Derechos Humanos como “inaceptable” por poner en riesgo su integridad.
Aunque el Gobierno, a través de la vocera Carolina Jaramillo, negó el uso de recursos públicos, la participación masiva de funcionarios y el despliegue logístico sugieren lo contrario. El movimiento oficialista Acción Democrática Nacional (ADN) se adjudicó la organización y afirmó que asistieron 50.000 personas, cifra que no se evidenció en el recorrido.
Durante la marcha, se escucharon constantemente fragmentos de la marcha militar y la frase final del histórico discurso del expresidente Jaime Roldós: “Este Ecuador amazónico, desde siempre y hasta siempre. Viva la Patria”. A pesar del fervor patriótico, hubo confusión entre los asistentes: muchos desconocían el objetivo de la protesta y otros acusaron erróneamente a los magistrados de liberar delincuentes.
El evento concluyó con rapidez. Noboa abandonó el lugar minutos después de su discurso, mientras los manifestantes permanecieron en el sitio. Sorprendentemente, figuras clave como el presidente de la Asamblea, Niels Olsen, llegaron 40 minutos después de su partida.
La marcha marcó un hito en el estilo de comunicación política de Noboa, alineado con tácticas de gobiernos anteriores. Sin embargo, también generó críticas por su naturaleza partidista disfrazada de movilización ciudadana, el uso simbólico de los jueces y la falta de un mensaje claro. Mientras el Ejecutivo insiste en su “apoyo popular”, la Corte Constitucional mantiene su independencia frente a la presión.