Home / Actualidad / Tragedia en el Mall del Sol: Hermano Desmiente Linchamiento Digital de la Víctima

Tragedia en el Mall del Sol: Hermano Desmiente Linchamiento Digital de la Víctima

Wellington Benítez, un taxista de 20 años de trayectoria, se convirtió en la víctima mortal del atroz atentado con coche bomba perpetrado la tarde del martes 14 de octubre de 2025 frente al Mall del Sol, en Guayaquil. Benítez, de 57 años, falleció en el mismo lugar que era su base de trabajo diaria, dejando a su esposa y dos hijos. El Cuerpo de Bomberos de Guayaquil confirmó que la detonación dejó, además de la víctima mortal, 26 heridos, dos de ellos de gravedad.

Maxxnet 2
Publicidad

Wellington Benítez era el pilar de su hogar, un hombre sin vicios que dedicó dos décadas de su vida al volante. Su rutina estaba marcada por los horarios familiares: salía a las 06:30 para llevar a su hija a la universidad, trabajaba, regresaba a almorzar, la recogía y volvía a su parada de taxis hasta la noche. Llevaba cuatro años trabajando en ese mismo punto, frente al centro comercial.

Odonto Smile
Publicidad

El Desmentido Familiar y la Lucha Contra el Linchamiento Digital

En medio del profundo duelo, Christian Bravo, hermano de la víctima, alzó su voz para desmentir las versiones falsas y el linchamiento que se ha desatado en redes sociales. Bravo aclaró a PRIMICIAS que Wellington Benítez no es la persona que aparece en el video grabando el incidente, sino que se encontraba trabajando en su base. «Detrás de ese video hay una familia destrozada. No es gracioso burlarse del dolor ajeno», pidió el hermano, instando a detener los insultos de «sapo» o «curioso» que circulan. El hermano también confirmó que la persona que grabó el video se encuentra hospitalizada con heridas graves.

Un Llamado por Oportunidad Laboral

Wellington deja a su esposa, un hijo de 27 años actualmente desempleado y una hija de 19 que recién inició sus estudios universitarios. Su hermano Christian hizo un dramático llamado a la solidaridad, pero con dignidad: «Pedimos una oportunidad laboral, no dinero. Que alguien le dé empleo a mi sobrino y a mi cuñada. Ahora les tocará sostener la casa».

Benítez vivía en el suburbio de Guayaquil y compartía casa con su madre de 79 años, quien se recupera de una cirugía. La madre lo esperaba despierta cada noche, una rutina que ahora solo le deja el dolor de mirar la calle vacía. Además de sus hijos, Wellington ayudaba a criar a dos sobrinas políticas huérfanas, a quienes trató como hijas, un reflejo de su calidad humana.

Desde los exteriores de la morgue, donde los familiares enfrentaban el «engorroso» proceso para retirar los restos, Christian Bravo insistió en el mensaje más allá del dolor: un llamado a la empatía y la unión. «Más allá de la tienda política, ya es hora de dejar de pelearnos entre ecuatorianos. El país se está cayendo y quienes terminan pagando son las familias trabajadoras», concluyó, solicitando un cese de la desinformación y los insultos contra la memoria de su hermano, un trabajador y hincha de Emelec asesinado por la violencia sin sentido.

Etiquetado:

Deje un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *